lunes, 1 de abril de 2013

Proyección privada, de Rémi De Vos


Por Alberto Servat

La televisión como trampa y como espejo de las miserias cotidianas. Es lo que nos quiere decir “Proyección privada”, del dramaturgo francés Rémi De Vos, que se presenta actualmente en el CCPUC, bajo la dirección de Gilbert Rouviere y con Jimena Lindo, Norma Martínez y Miguel Iza en los papeles estelares.

En esta historia de escapismo, que tantas risas arranca a la audiencia, Rémi De Vos expone sus puntos de vista no solo sobre el poder hipnótico que ejerce la televisión sobre los seres humanos de fines de siglo XX, sino también sobre aspectos más universales como el desgaste de las relaciones, el matrimonio, la afirmación personal de cada individuo, la infidelidad e incluso el sometimiento.

Puntos de vista muy claros, expuestos casi sin matices.  No es necesario interpretar demasiado las palabras y actos de los personajes porque la obra es muy directa. No conozco el texto original en francés de la obra pero no encuentro demasiado brillo en los diálogos ni en el desarrollo dramático de la obra. Es claro que para el autor la televisión deshumaniza a un mundo poblado de antropófagos emocionales (una idea que comparte con muchos otros artistas). Y de la misma manera que no encuentro novedad en el discurso tampoco lo encuentro en la manera de decirlo. “Proyección privada” es una comedia irónica en su contenido y brutal en su ejecución, pero adolece de las sutilezas que la llevarían a un plano más intenso que a una simple carcajada. Es un trabajo consistente pero difícilmente notable. Tal vez debido a que su discurso se ha enpolvado un poco desde 1998, cuando la obra fue escrita por su autor.

En completo equilibrio con el la obra, la puesta en escena a cargo de Gilbert Rouviere es sencilla, simple, tan directa como el texto. Apela a muy pocos elementos escenográficos lo que permite prestar atención al texto y, sobre todo a los intérpretes. Esto es algo que hay que agradecer frente a montajes que insisten en artificios que distraen la atención y cuyo principal objetivo es entretener o deslumbrar. Tal vez la atmósfera del hogar no es lo íntima que pudiera serlo en las escenas iniciales. Pero es también interesante la elección de un escenario tan frío y estéril para presentarnos a la protagonista. Una mujer deshumanizada, convertida en una zombie.

Sobre el trabajo conjunto de los actores debo confesar que tengo sentimientos encontrados. En principio, debo aclarar que considero a Jimena Lindo, Norma Martínez y Miguel Iza como tres de los mejores actores de nuestro medio. Cada uno ha desarrollado una trayectoria que los ha llevado por diferentes rumbos, participando con entusiasmo en cine y televisión, y siempre volviendo a sus raíces teatrales. Y, todo esto, sin descuidar sus respectivas inquietudes como artistas en busca de expresión y voz propias.

“Proyección privada” necesita equilibrar esos talentos de tal manera que estos no resulten excesivamente histriónicos. Iza, Lindo y Martínez son tremendas personalidades escénicas. Y los tres enfantizan sus personajes con tal intensidad que resulta un tanto desproporcionado dentro de la comedia dramática que estamos viendo. Norma Martínez, por ejemplo, da inicio a la obra con un monólogo lleno de ironía. Lo que no termino de entender al verla es si esa ironía es un comentario suyo o del personaje. Debería lucir menos inteligente y bastante más convencido de lo que dice, persuadiendo a la audiencia de su gran fascinación por los melodramas enlatados. Pero la actuación de Norma nos conduce directamente a las conclusiones sin plantear dudas ni crear emociones. No hay tiempo para identificarse con su personaje, menos para compadecerla. Jimena Lindo, por su parte, compone imágenes de gran impacto a través de una actuación muy física y llena de riesgos. Un registro tan oportuno en una de sus actuaciones previas, “Electra/Orestes”, pero que no consigo fijar del todo en esta obra. Y tal como sus compañeras de escena, Miguel Iza aporta un estilo muy personal a la hora de interpretar a este marido perdido en una relación conyugal poco saludable. Un lobo cazador de esos que abundan en los bares. Pero su dominio de escena lo aleja totalmente de un personaje tan poco atractivo, que debería ser totalmente cotidiano, y lo acerca más a esas grandes personalidades del teatro que la ha tocado interpretar en el pasado. Es difícil interpretar a un mediocre y eso le falta a Iza en escena. Al verlo en escena parece que está a punto de gritar en cualquier momento: “¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!”.

Tal vez Rouviere debió graduar mucho más este fulgor. A veces los buenos actores no deben lucir tan buenos. Menos vehemencia en algunos momentos puede enfatizar mucho más el verdadero sentido de las ideas.



Proyección privada (Projection privée), de Rémi De Vos.
Dirigida por Gilbert Rouviere, con Jimena Lindo, Norma Martínez y Miguel Iza. Del 23 de febrero al 15 de abril del 2013. Va hasta el lunes 15 de abril en el Teatro del Centro Cultural PUCP.

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