Por Alberto Servat
La televisión como
trampa y como espejo de las miserias cotidianas. Es lo que nos quiere decir
“Proyección privada”, del dramaturgo francés Rémi De Vos, que se presenta
actualmente en el CCPUC, bajo la dirección de Gilbert Rouviere y con Jimena
Lindo, Norma Martínez y Miguel Iza en los papeles estelares.
En esta historia de
escapismo, que tantas risas arranca a la audiencia, Rémi De Vos expone sus
puntos de vista no solo sobre el poder hipnótico que ejerce la televisión sobre
los seres humanos de fines de siglo XX, sino también sobre aspectos más
universales como el desgaste de las relaciones, el matrimonio, la afirmación
personal de cada individuo, la infidelidad e incluso el sometimiento.
Puntos de vista muy
claros, expuestos casi sin matices. No
es necesario interpretar demasiado las palabras y actos de los personajes
porque la obra es muy directa. No conozco el texto original en francés de la
obra pero no encuentro demasiado brillo en los diálogos ni en el desarrollo
dramático de la obra. Es claro que para el autor la televisión deshumaniza a un
mundo poblado de antropófagos emocionales (una idea que comparte con muchos
otros artistas). Y de la misma manera que no encuentro novedad en el discurso tampoco
lo encuentro en la manera de decirlo. “Proyección privada” es una comedia
irónica en su contenido y brutal en su ejecución, pero adolece de las sutilezas
que la llevarían a un plano más intenso que a una simple carcajada. Es un
trabajo consistente pero difícilmente notable. Tal vez debido a que su discurso
se ha enpolvado un poco desde 1998, cuando la obra fue escrita por su autor.
En completo
equilibrio con el la obra, la puesta en escena a cargo de Gilbert Rouviere es
sencilla, simple, tan directa como el texto. Apela a muy pocos elementos
escenográficos lo que permite prestar atención al texto y, sobre todo a los
intérpretes. Esto es algo que hay que agradecer frente a montajes que insisten
en artificios que distraen la atención y cuyo principal objetivo es entretener
o deslumbrar. Tal vez la atmósfera del hogar no es lo íntima que pudiera serlo
en las escenas iniciales. Pero es también interesante la elección de un
escenario tan frío y estéril para presentarnos a la protagonista. Una mujer
deshumanizada, convertida en una zombie.
Sobre el trabajo
conjunto de los actores debo confesar que tengo sentimientos encontrados. En
principio, debo aclarar que considero a Jimena Lindo, Norma Martínez y Miguel
Iza como tres de los mejores actores de nuestro medio. Cada uno ha desarrollado
una trayectoria que los ha llevado por diferentes rumbos, participando con
entusiasmo en cine y televisión, y siempre volviendo a sus raíces teatrales. Y,
todo esto, sin descuidar sus respectivas inquietudes como artistas en busca de
expresión y voz propias.
“Proyección privada”
necesita equilibrar esos talentos de tal manera que estos no resulten
excesivamente histriónicos. Iza, Lindo y Martínez son tremendas personalidades
escénicas. Y los tres enfantizan sus personajes con tal intensidad que resulta
un tanto desproporcionado dentro de la comedia dramática que estamos viendo.
Norma Martínez, por ejemplo, da inicio a la obra con un monólogo lleno de
ironía. Lo que no termino de entender al verla es si esa ironía es un comentario
suyo o del personaje. Debería lucir menos inteligente y bastante más convencido
de lo que dice, persuadiendo a la audiencia de su gran fascinación por los
melodramas enlatados. Pero la actuación de Norma nos conduce directamente a las
conclusiones sin plantear dudas ni crear emociones. No hay tiempo para
identificarse con su personaje, menos para compadecerla. Jimena Lindo, por su
parte, compone imágenes de gran impacto a través de una actuación muy física y
llena de riesgos. Un registro tan oportuno en una de sus actuaciones previas,
“Electra/Orestes”, pero que no consigo fijar del todo en esta obra. Y tal como
sus compañeras de escena, Miguel Iza aporta un estilo muy personal a la hora de
interpretar a este marido perdido en una relación conyugal poco saludable. Un
lobo cazador de esos que abundan en los bares. Pero su dominio de escena lo
aleja totalmente de un personaje tan poco atractivo, que debería ser totalmente
cotidiano, y lo acerca más a esas grandes personalidades del teatro que la ha
tocado interpretar en el pasado. Es difícil interpretar a un mediocre y eso le
falta a Iza en escena. Al verlo en escena parece que está a punto de gritar en
cualquier momento: “¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!”.
Tal vez Rouviere
debió graduar mucho más este fulgor. A veces los buenos actores no deben lucir
tan buenos. Menos vehemencia en algunos momentos puede enfatizar mucho más el
verdadero sentido de las ideas.
Proyección privada (Projection privée), de Rémi De Vos.
Dirigida por Gilbert Rouviere, con
Jimena Lindo, Norma Martínez y Miguel Iza. Del 23 de febrero al 15 de abril del
2013. Va hasta el lunes 15 de abril en el Teatro del Centro Cultural PUCP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario